miércoles, 4 de marzo de 2009

8.1 Lobete







La zona SurEste de Logroño comprendida más o menos entre la calle Duquesa de la Vitoria, av de Colón, av de Lobete y la calle Obispo Fidel García es uno de los lugares donde la "modernidad urbanística" alteró el tradicional modelo de crecimiento (pequeños ensanches y prolongaciones de calles) mediante un enorme plan cerrado de trama tortuosa. Curiosamente, el arquitecto autor de la propuesta, Fernando de Terán, acabó siendo uno de los más afamados urbanistas de España.
Una de las pocas preexistencias en dicho sector eran las casas baratas que hemos visto en el apartado 6.4 06. Las otras, tres casas que pueden verse en la calle/carretera de Villamediana en esa estupenda foto aérea del momento en que se empieza a realizar la urbanización del sector. El plan se gestionó por expropiación, y la construcción de los inmuebles, a través de cooperativas.
La trama urbana se diseñó con cierto enrevesamiento para romper con la regularidad geométrica de los pequeños ensanches y prolongaciones con los que había de conectar, y para forzar a los coches a circular despacio con varias dobles curvas de noventa grados en las calles norte sur. La masa edificable se concibió a partir de los modelos racionalistas de bloques y torres. Sorprende que una mente lúcida pudiera concebir un trozo tan grande del crecimiento de nuestra ciudad desde unas premisas tan simplonas por el lado de la edificación y tan maquiavélicas por el lado de la trama urbana. Los equipamientos se fueron arracimando en las esquinas e instersticios del polígono sin dar mayor relevancia a los lugares. Los instalados en la esquina sureste sirvieron para fracturar la continuidad de la carretera de Villamediana (que como ya se ha dicho, alguna de las propuestas perdedoras del concurso del soterramiento del ferrocarril -la de MRVD y la del equipo de Koolhas- intentaron recuperar).
A comienzos de los ochenta y bajo los influjos de la moda de las "plazas duras" se intentó coser el barrio diseñando los "espacios públicos" intermedios desde las traseras de Albia de Castro hasta la Plaza Joaquín Elizalde.
Un gran espacio público o dotacional quedó más o menos en el centro del polígono esperando que algún tipo de edificio significativo rescatase de la banalidad al barrio. Mientras llegaba su momento fue usado como solar para muchas actividades diversas (v. JDCorral Huecos Urbanos, La Rioja del Lunes, 18 de septiembre de 1989); se convocó y falló en él un Concurso para edificios de las Consejerías del Gobierno de La Rioja; fue ambicionado por varias grandes superficies comerciales (véase prensa de la época); y finalmente, fue recalificado como residencial y hecho desaparecer del mapa mediante una calle central y dos cruces resueltos según la famosa filosofía del “rotondismo fundamentalista” (v Luis Xumini, elhAll 81 p3)
Según puede ya verse en el plano de Sáenz Monís, la propuesta edificatoria de la reconversión de industrial a residencial del tramo sur de la Avda de Lobete, mezcla las torres y la geometría que vienen del viejo polígono con "los bloques adaptados a las calles" del urbanismo logroñés de los ochenta y noventa, pero eso se verá ya en el volumen II de esta obra, “La ciudad por paquetes”.
Sin más presentación, vamos ya con los artífices de cada arquitectura empezando por el extremo sur de Avda de Colón y acabando en Duquesa de la Victoria, calles ambas donde se produce la mezcla de los dos tipos de ciudad.







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